MAGNA NATURA
Grande es el vergel, selvas exhuberantes,
es cobijo de vida, es fuerte su energía
que al oído suena, en perfecta sinfonía
y la vista engalana con formas abundantes.
Rojiza y marrón, es tierra germinal,
ardientes y áridos, los secos desiertos,
extraña la belleza que muestra los aciertos
de la bella Natura, en creación sin final.
Transparentes aguas de los mares turquesa,
inmensos los océanos que conversan a solas,
al ritmo acompasado del vaivén de las olas,
con aquel corazón que su amor confiesa.
En cada rincón existe bondad y riqueza,
la vida es abundante en disfrute y gozo,
en mútüo respeto y con gran alborozo,
todo se desarrolla en amor y belleza.
Es la magnificencia de la naturaleza,
en su sabiduría, ella acoge amorosa,
envuelve y protege, cual madre dadivosa,
dándole al humano, su infinita grandeza.
IMPETUOSIDAD
Hombre de este mundo, trató ser amo y dueño,
altivo e impetuoso, hizo acto de presencia,
trabajó en su idea, hacer del caos su ciencia,
agarró a Natura y real hizo el sueño.
Fue una gran pesadilla lo que se desató,
ocurrió el ocaso, oscureció el cielo,
la cruel sombra cayó poniendo un gran velo,
y la más salvaje ley es la que se acató.
Ambición material al hombre encadenó,
lo hizo preso sutil de vanas ilusiones,
muchas necesidades vio en sus visiones,
tomar lo que se podía fue lo que ordenó.
Coger lo que se quiera de la afable Natura,
transformar la belleza en horrible despojo,
a ella contaminar sin importar su enojo
y lograr consumirla en forma cruel y dura.
Selvas, tierras y mares füeron afectados,
los armónicos cantos dejaron de escucharse,
y a paso de tropel sin desear marcharse,
arrasaron con sueños los muy vïolentados.
Sólo quedó el llanto y triste desconsuelo,
el lánguido suspiro que se aferra a la vida,
viendo la muerte, con Natura sentida,
destruído el esplendor, esperando consuelo.
RENACER
Como la suave brisa, que a la tez acaricia
es el bello silbido, cual eco sutil llega,
por aquella garganta de montañas que lega
un secreto mensaje, que al oído es delicia.
Como aquel murmullo del agua que recorre
por el caüce virgen de sinuoso arroyo,
y a la mar alcanza para dar su apoyo,
con voz burbujeante del gran rumor que corre.
Como el retumbar de la tierra que mueve
sus entrañas profundas con el ronco sonido,
que da un raro anuncio que algo ha ocurrido,
y luego lo expande en un tïempo breve.
Como el crepitar de las chispas cual hito
es muestra asombrosa de gran magma fundido,
que desde el corazón del mundo adolorido,
eleva aquel aviso que sube al infinito.
Susurro que se escucha, de sabïos consejos,
surge de manantial de fuerza misteriosa,
es el Espíritu de energía gloriosa,
que eleva su canto y lo lleva muy lejos.
Gota que es dulce agua, brisa que es claro viento
arena que es tierra, chispa que es gran fuego,
juntos la maravilla que escucha el ruego
de Natura, aún viva y le dan su aliento.
Seres elementales que están por doquier
hacen la labor del caos ordenar,
y la destrucción de Natura frenar
devolviendo esplendor en nuevo Renacer.
*****
Grande es el vergel, selvas exhuberantes,
es cobijo de vida, es fuerte su energía
que al oído suena, en perfecta sinfonía
y la vista engalana con formas abundantes.
Rojiza y marrón, es tierra germinal,
ardientes y áridos, los secos desiertos,
extraña la belleza que muestra los aciertos
de la bella Natura, en creación sin final.
Transparentes aguas de los mares turquesa,
inmensos los océanos que conversan a solas,
al ritmo acompasado del vaivén de las olas,
con aquel corazón que su amor confiesa.
En cada rincón existe bondad y riqueza,
la vida es abundante en disfrute y gozo,
en mútüo respeto y con gran alborozo,
todo se desarrolla en amor y belleza.
Es la magnificencia de la naturaleza,
en su sabiduría, ella acoge amorosa,
envuelve y protege, cual madre dadivosa,
dándole al humano, su infinita grandeza.
IMPETUOSIDAD
Hombre de este mundo, trató ser amo y dueño,
altivo e impetuoso, hizo acto de presencia,
trabajó en su idea, hacer del caos su ciencia,
agarró a Natura y real hizo el sueño.
Fue una gran pesadilla lo que se desató,
ocurrió el ocaso, oscureció el cielo,
la cruel sombra cayó poniendo un gran velo,
y la más salvaje ley es la que se acató.
Ambición material al hombre encadenó,
lo hizo preso sutil de vanas ilusiones,
muchas necesidades vio en sus visiones,
tomar lo que se podía fue lo que ordenó.
Coger lo que se quiera de la afable Natura,
transformar la belleza en horrible despojo,
a ella contaminar sin importar su enojo
y lograr consumirla en forma cruel y dura.
Selvas, tierras y mares füeron afectados,
los armónicos cantos dejaron de escucharse,
y a paso de tropel sin desear marcharse,
arrasaron con sueños los muy vïolentados.
Sólo quedó el llanto y triste desconsuelo,
el lánguido suspiro que se aferra a la vida,
viendo la muerte, con Natura sentida,
destruído el esplendor, esperando consuelo.
RENACER
Como la suave brisa, que a la tez acaricia
es el bello silbido, cual eco sutil llega,
por aquella garganta de montañas que lega
un secreto mensaje, que al oído es delicia.
Como aquel murmullo del agua que recorre
por el caüce virgen de sinuoso arroyo,
y a la mar alcanza para dar su apoyo,
con voz burbujeante del gran rumor que corre.
Como el retumbar de la tierra que mueve
sus entrañas profundas con el ronco sonido,
que da un raro anuncio que algo ha ocurrido,
y luego lo expande en un tïempo breve.
Como el crepitar de las chispas cual hito
es muestra asombrosa de gran magma fundido,
que desde el corazón del mundo adolorido,
eleva aquel aviso que sube al infinito.
Susurro que se escucha, de sabïos consejos,
surge de manantial de fuerza misteriosa,
es el Espíritu de energía gloriosa,
que eleva su canto y lo lleva muy lejos.
Gota que es dulce agua, brisa que es claro viento
arena que es tierra, chispa que es gran fuego,
juntos la maravilla que escucha el ruego
de Natura, aún viva y le dan su aliento.
Seres elementales que están por doquier
hacen la labor del caos ordenar,
y la destrucción de Natura frenar
devolviendo esplendor en nuevo Renacer.
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